El 22 de octubre la Iglesia celebra el día de San Juan Pablo II, el Papa Rociero. En junio de 1993 el pontífice llegaba al Santuario del Rocío para postrarse ante la Patrona de Almonte, convirtiéndose este gesto en uno de los más importantes de la historia de la devoción rociera. Con su presencia y sus palabras, la Iglesia respaldaba la devoción a la Virgen del Rocío, lo que expresó con la sincera e improvisada aclamación: “¡Que todo el mundo sea rociero!”.
La Hermandad Matriz y sus filiales recuerdan este día en sus redes sociales y lo tendrán presente en sus oraciones y eucaristías. Es el caso de la Hermandad del Rocío de Córdoba, que hoy a las 21 horas celebra esta efeméride en una Misa que celebrará en su sede canónica, la Real Iglesia de San Pablo.
Para la ocasión, el equipo de mayordomía y priostía de la filial cordobesa ha preparado un altar especial, en homenaje a San Juan Pablo II, a quien la hermandad rociera nombró hace algún tiempo cotitular.