Ayer, se hicieron públicos los nombramientos para la nueva organización pastoral de la Diócesis de Huelva, tras conocerse el pasado lunes la creación de cuatro nuevas vicarías episcopales territoriales y una vicaría episcopal para la Administración de los Bienes Diocesanos y Relaciones Institucionales. En Almonte la noticia ha calado, ya que ha supuesto el relevo del párroco y del vicario parroquial de la de Nuestra Señora de la Asunción, que anoche, tras el rezo de la Salve quisieron agradecer el cariño del pueblo en estos años.
“Nos sentimos de aquí y nuestro corazón está aquí”, expresaba D. Francisco Jesús Martín Sirgo, párroco de la localidad onubense, visiblemente emocionado. “Os queremos, a todos vosotros y a la familia rociera, porque nos habéis dado lo más grande, vuestro tesoro más preciado, el Pastor Divino”. “La vida del cura es obediencia, la cruz está delante” manifestó Martín Sirgo ante la decisión del Obispo, D. Santiago Gómez Sierra.
El vicario parroquial, D. José Antonio Calvo Millán, quiso destacar que desde el primer día que llegó al pueblo se sintió como en su casa: “Nos habéis hecho tener un corazón verdaderamente rociero y almonteño”. Quiso agradecer, en nombre de los dos, a la Hermandad Matriz, al sacristán de la parroquia, Manolo, a los manguillos, a las hermandades de penitencia, “a todos los que nos habéis ayudado a ser curas para la gente”. También quisieron acordarse de las hermandades filiales y sus capellanes, con los que han mantenido un fluída relación durante esta etapa. “Habéis dejado en nosotros una huella que difícilmente se podrá borrar”, concluía sus palabras Calvo Millán.
Hasta la parroquia de Almonte llegará D. Francisco Miguel Valencia Bando, natural de Rociana del Condado y que en la actualidad se encuentra en Isla Cristina como párroco. Valencia también ha sido nombrado Vicario Episcopal del Condado. D. Francisco Jesús Martín Sirgo, avanzaba anoche que su nuevo destino será una parroquia de Huelva capital y D. José Antonio Calvo ha sido nombrado Formador del Seminario Diocesano y Delegado Diocesano para la Pastoral Vocacional. Ambos adelantaban que han pedido al Obispo quedarse en Almonte hasta una vez pasado el Rocío Chico, en agosto, “para echar una mano a los curas que vengan”.
Las muestras de cariño se hicieron presente anoche en la parroquia y también en redes sociales. Desde la Hermandad Matriz han querido trasladar el “afecto, cariño y gratitud por los servicios prestados, especialmente durante la pandemia”. El presidente, Santiago Padilla, desde su perfil personal también ha mostrado su agradecimiento “los encomiendo a la Santísima Virgen para que los guarde siempre y los guíe en sus nuevas misiones pastorales”.
Desde Rociero.es les damos las gracias por su trabajo, su cercanía y cariño. Rezamos por ellos.
Puedes ver las palabras de D. Francisco y D. José Antonio aquí: