La Virgen del Rocío ha amanecido en este último fin de semana de enero vestida con el traje conocido popularmente como “del tío Carlos”, en alusión a quien se lo regaló; realizado a finales de los años ochenta por los hermanos Benítez. El manto que le han puesto las hermanas camaristas es el realizado por las hermanas Ramas, de Brenes, en 2006 por encargo de la Hermandad Matriz.
Vuelve a portar las ráfagas doradas de punta de martillo, tan características de la Patrona de Almonte, así como la corona de su Coronación Canónica de 1919. El rostrillo fue confeccionado en 1982, por la bordadora almonteña Rocío Peláez Raposo. Así celebrará la Virgen, los próximos días 6 y 7 de febrero la Fiesta de la Luz, también conocida como la Candelaria. Uno de los fines de semana más señalados del calendario rociero.
El Pastorcito viste un traje, regalado en 2015 por la asociación de vecinos de El Rocío y estrena unas sandalias realizadas en tisú de plata, bordadas en oro y piedras naturales, también donadas, esta Navidad, por la asociación vecinal de la aldea. Ambos presentes han sido confeccionados por José Manuel Vega Morales.
Las flores que luce la Virgen son de talco, combinadas con otras secas. En su comunicado, la Hermandad Matriz ha querido destacar también el exorno floral del altar, que luce unas jarras con flores realizadas artesanalmente, que ha sido donadas por Mercedes Díaz Sánchez y la familia Díaz Periánez. Entre otros detalles, la Virgen lleva en sus manos un rosario, regalo de la hermandad almonteña de Ntro. Padre Jesús Cautivo.