El 6 de septiembre, el simpecado de la Hermandad del Rocío de Málaga fue retirado del culto para su restauración. Esta mañana, ha regresado a la ciudad y preside ya su sede canónica, la Parroquia de la Santísima Trinidad donde, desde las 11 de la mañana, hermanos y devotos se están acercando a visitarlo. Desde la Junta de Gobierno, se muestran “muy satisfechos” con el resultado de esta intervención.
Un cabildo extraordinario de hermanos aprobaba el pasado 5 marzo esta actuación en el simpecado malagueño, que ha consistido en una limpieza integral: retirada del óxido del oro, limpieza del marfil, limpieza del tisú de las vestimentas de los arcángeles y del milanés de las flores que rodean el simpecado. Unos trabajos que han durado tres meses y que se han llevado a cabo en el Estudio de Arte y Restauración de Bienes Culturales “Santa Conserva”, en Antequera.
Además de su limpieza, se han restituido ciertas partes del terciopelo con hilos de seda teñidos del color morado original de la pieza y se ha sustituido el forro trasero por uno similar, en moaré blanco reforzado. Ha ganado en luminosidad y por ello la hermandad aclara que no ha sido pasado a otro terciopelo, sino que “conserva el original, así como todos sus bordados”.
La jornada de hoy está siendo un día grande para los hermanos rocieros de Málaga y es por ello que desde la Hermandad se ha organizado, con todas las medidas necesarias, un horario de visitas, que comenzaba a las 11 de la mañana y se alargará hasta las 6 de la tarde. Le han rezado, le han cantado y culminarán la jornada con la celebración de la Sabatina mensual, en honor a la Virgen del Rocío.
La valoración de la Junta de Gobierno de la filial sobre estos trabajos es positiva, “el resultado final, es incluso mejor de lo que esperábamos”, destacan. Aunque el simpecado es relativamente joven, está expuesto a las condiciones meteorológicas de muchos días de camino al Rocío, tanto de ida, como de vuelta, y factores como esos se han visto acentuados con el paso de los años. Esta noche será entronizado de nuevo en su hornacina.