A consecuencia del Coronavirus, este año se había suspendido el acto de la ofrenda floral que el Papa hace a la Inmaculada de la Plaza de España, en Roma. Una cita que congrega a multitud de fieles. Sin embargo, al amanecer, el Santo Padre ha acudido de forma privada hasta este lugar, donde ha colocado un ramo de rosas blancas y ha rezado una oración.
Lo informaba esta mañana Matteo Bruni, el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede. A las 7 de la mañana, bajo la lluvia, con un paraguas negro y con los bomberos, que formaban una fila de honor ante la Embajada española, prácticamente como únicos testigos, el Papa Francisco no ha querido faltar a esta ofrenda floral, en el día de la Inmaculada Concepción.
A los pies del monumento a la Virgen ha rezado “para que vele con amor sobre Roma y sus habitantes, confiándole a Ella a todos los que en esta ciudad y en el mundo están afligidos por la enfermedad y el desánimo”, informaban desde Prensa de la Santa Sede. Se marchaba poco después en coche, entre los aplausos de los pocos romanos que paseaban por la Plaza de España.
Los bomberos han vuelto ha dejar una corona de flores en el brazo de la imagen de María, frente a la Embajada de España, en la capital italiana.